11 de marzo de 2006

Correspondencias


«Los correos electrónicos y mensajes de móvil son una estrategia para la evitación, para mantener al otro a una distancia de seguridad. A nuestro alcance pero no a nuestro lado», dijo cierto día Jiménez Burillo –profesor de Psicología Social de la Universidad Juan Carlos I de Madrid–. Al leerle pensé que quizás estos medios sean una herramienta para enseñar a los demás aspectos de nuestro yo que de otra manera y en el mundo real no podríamos, no querríamos o no sabríamos revelar. Por medio de estos medios (valga la «abundancia») mostramos nuestro lado más fotogénico, más sexy, más humano, más huraño, más falso o también, por qué no, el más verdadero. A mi me gusta utilizar esta clase de filamentos informáticos para expresarme, entre otras cosas porque creo que pierdo en las distancias cortas. Pero me gusta apostar, perder y levantarme de la timba cuando ya estoy desnuda....

2 comentarios:

lacheli dijo...

Tienes toda la razón, yo pienso que el cara a cara está muy bien pero les nueves tecnologíes son una forma de relacionarse muy potente, sobre todo porque estás ahí, tu sol@ frente a una pantalla, sin nadie que te observe mientras te "desnudas".
Besos.

Aitana Castaño dijo...

Precisamente esa situación que describes de soledad y desnudo es otro de los aspectos que analiza el profesor Jiménez Burillo. Él dice que cuando lo que quieres es exponer unos sentimientos reales a una persona real, lo correcto es que no existan tecnologías de por medio. Claro que el catedrático también apunta que en un «tête a tête» nunca se es capaz de dirimir soluciones diplomáticas cuando lo que se discute son entelequias emocionales en las que entran en juego silencios, secretos,gestos y bueno, un millón de cosas más. Conclusión: no existe la comunicación interpersonal perfecta. Solución: procurar vivir con las menores discusiones-confusiones linguísticas que puedas ya que
A) no te van a llevar a ningún lado
y B) vas a ser más feliz y vas a hacer a los demás felices.
Un beso