3 de agosto de 2006

Capítulo 1: Uno, due, tre...tutti!!!!


La luz de Roma se transforma, a media tarde, en un sol eterno que baña de sombras sus ruinas. Sombras y ruinas se conforman como un todo que te lleva.Y tú, pues te dejas llevar. El calor y el sudor que recorre el cuerpo te confirma que eres humano cuando te sientas en las escaleras de Plaza de España, divisas desde lo alto el barrio del Trastevere o tomas una cerveza junto al Coliseo. Si no fuera por ellos, tal vez soñaras parecerte a las estatuas de deidades que pueblan la gran ciudad. Dos días caminando por sus calles para darte cuenta de que todos los caminos llevan a Roma y todas las almas estamos predestinadas a encontrar en algún rincón romano el secreto de nuestro pasado, de nuestra existencia..

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